El lugar es un encanto, bien limpio y con un ambiente familiar. Comida casera deliciosa, me disfruté esa garbure. La atención del dueño muy amena, siempre dispuesto a ayudar. Un par de detalles en la habitación, pero vale la pena el viaje por las vistas.

Encanto típico francés, ubicación cerca de La Mongie, comida casera de calidad.

La cama es demasiado baja, lo que puede resultar incómodo para algunos. Además, el restaurante, aunque acogedor, se siente algo limitado en su menú tras varios días de estancia!!!

Una cocina que sorprende

La comida en el restaurante es excepcional, especialmente la garbure y los cortes de carne. El ambiente acogedor y la atención del personal te hacen sentir como en casa.

La cama es un poco baja, lo que podría ser incómodo para algunos. Además, el menú podría parecer limitado si te quedas más de unos días.

No te pierdas la garbure, un plato delicioso ideal después de un día en la montaña. Además, el dueño habla español, lo que facilita la comunicación.

La comida es increíble, especialmente la garbure y el magret de pato. El ambiente es acogedor y auténtico. ¡Volveré seguro!

me sentí muy bien recibido, no he tenido ningún inconveniente

El check-in fue ágil, el personal super amigable, la habitación grande y cómoda con un toque familiar – definitivamente, un lugar especial para relajarse.

El sitio es encantador, la comida es fantástica con productos locales. ¡No te pierdas la garbure! Además, hay un bar y el ambiente es cálido y acogedor.

La cama me hizo sentir como una ancianita tratando de levantarme de un sillón viejo.

El lugar es un encanto auténtico, la garbure estaba increíble y el ambiente era super acogedor. ¡Volvería sin dudarlo!

El lugar tiene mucho encanto y la comida es excepcional, especialmente las salchichas y la garbure, que no puedes dejar de probar. La atención de los dueños es excelente, hablan español y siempre están dispuestos a ayudar. Sin embargo, la comodidad de la cama podría mejorarse, ya que es algo baja. me pareció que el menú del restaurante era algo limitado si se está más de un par de días. Aun así, la experiencia general fue muy positiva.

La comida en el restaurante es simplemente fantástica. No te puedes perder la garbure, un clásico de la región que calienta el corazón después de un día en la montaña. Las vistas desde las habitaciones son impresionantes, y el aire fresco de la naturaleza se siente revitalizante.

Cama baja.

La comida fue increíble, aunque la cama era un poco baja.

un lugar ideal para evadirte y disfrutar de una cena deliciosa con la familia, especialmente después de un día en la montaña

Qué lugar tan encantador! La familia que lo dirige es increíblemente amable y atenta. Además, la garbure es un plato que no te puedes perder. La comida es auténtica y deliciosa, y el ambiente cálido te hace sentir como en casa. La cama fue perfecta y el desayuno, ¡fantástico! Un punto de encuentro ideal para quienes buscan tranquilidad y buena comida en la montaña.

El hotel tiene un encanto típico francés, con una comida casera de calidad espectacular. La garbure es un plato que hay que probar sí o sí, y el magret de pato también es impresionante. Los dueños son muy amables y hablan español, lo que hace que la comunicación sea fácil y fluida. La habitación es acogedora y el ambiente es cálido, perfecto para relajarse después de un día en la montaña.

La cama es un poco baja, lo que puede resultar incómodo para algunos, y el menú del restaurante podría sentirse limitado si te quedas muchos días.

La comida es fantástica, pero el wifi en áreas públicas podría mejorar.

El lugar es un auténtico encanto, con un ambiente cálido y acogedor. La comida, un deleite, resalta por sus sabores locales. El personal, siempre atento y amable, te hace sentir como en casa. ¡No te pierdas la deliciosa garbure!

La cama es un poco baja, lo que puede ser incómodo para algunos.